Nuestra agenda cultural de espectáculos suma una joya impensada, casi milagrosa: Cap’n Jazz en Buenos Aires. El 10 de noviembre, el Niceto Club se convertirá en un portal hacia los márgenes vibrantes de la historia musical del underground estadounidense, cuando una de las bandas más influyentes del emo noventoso aterrice por primera vez en suelo argentino. Sí, leyeron bien: Cap’n Jazz llega a la ciudad, y con ellos, un pasado que sigue resonando en el presente.

Hablar de Cap’n Jazz no es solo hablar de música. Es evocar una sensibilidad fracturada, una generación que encontró belleza en la imperfección, en los acordes rasgados y las voces rotas. Surgidos desde Chicago a fines de los años 80, los hermanos Tim y Mike Kinsella, junto a Sam Zurick, Victor Villarreal y Davey von Bohlen, formaron un colectivo sonoro que desafió estructuras sin buscarlo. Fue espontáneo, visceral. Solo grabaron un disco, el legendario *Schmap’n Schmazz* (1995), y desaparecieron tan rápido como llegaron. Pero algo en esa fugacidad los volvió eternos.

Aunque la banda se disolvió meses después de lanzar su único álbum, su eco siguió creciendo. En 1998, *Analphabetapolothology* —una antología que recopilaba demos, grabaciones en vivo y rarezas— revivió el fuego y confirmó lo que muchos ya intuían: Cap’n Jazz era más que un grupo. Era una semilla. De sus ruinas nacieron proyectos fundamentales como American Football, The Promise Ring y Joan of Arc. Todos con ese ADN compartido de emotividad punzante, estructuras impredecibles y una poética que hablaba del desajuste, de lo que no encaja, de lo que duele pero insiste.

Y ahora, tres décadas después, la banda celebra el aniversario de aquel disco fundacional con una gira que recorre Europa y Estados Unidos, y que por fin los trae a Latinoamérica. Argentina, con su tradición de públicos intensos y devotos, se prepara para recibirlos como se recibe a un viejo amor que creíamos perdido.

El concierto del 10 de noviembre en Niceto Club no será simplemente una cita para nostálgicos. Será una ceremonia. Una donde el ruido será forma, el caos belleza, y donde quienes supieron encontrar consuelo en la disonancia podrán, al fin, vivirlo en carne propia. Porque ver a Cap’n Jazz en vivo no es escuchar canciones: es atravesar un estado del alma.

Las entradas ya están a la venta a través de Passline, con todos los medios de pago habilitados. Los clientes de Galicia Visa pueden aprovechar 6 cuotas sin interés. A no dormirse: esta será una experiencia única, y como ellos mismos demostraron en su breve pero incendiaria historia, lo que arde rápido suele dejar una huella profunda.

Calle del espectáculo: Niceto Vega 5510

Ciudad: Buenos Aires

Entradas anticipadas: a través de Passline