El 20 de noviembre, Bahía Blanca volverá a recibir a uno de sus artistas más queridos: Abel Pintos. El anuncio de su regreso desató la expectativa de un público que lo vio nacer en Ingeniero White y que lo acompañó desde sus primeros pasos en la música hasta convertirse en una de las voces más reconocidas del pop latino argentino.

Con una trayectoria que supera los 25 años, Pintos no es solamente un cantante. Es también el testimonio vivo de una generación que creció con su música, que lo vio pasar del folklore al pop sin perder esa raíz íntima que conecta con las emociones colectivas. Desde aquel niño descubierto por Raúl Lavié en un homenaje escolar hasta los estadios repletos de la última década, su carrera ha sido una metáfora del propio país: transformación, búsqueda y resiliencia.

El concierto en Bahía Blanca no es un espectáculo más dentro de nuestra agenda cultural de espectáculos. Es un retorno a los orígenes, a la geografía afectiva de un artista que en cada canción habla de la memoria, de la pertenencia y de los vínculos que sobreviven a las distancias. En tiempos donde lo social y lo político en Argentina atraviesan momentos de incertidumbre y de replanteo identitario, Pintos aparece como un intérprete que, sin discursos explícitos, logra vehiculizar una emoción común, esa sensación de reconocerse en un mismo latido colectivo.

Bahía Blanca no será solo escenario: será espejo. Y quizás esa sea la razón por la cual su regreso genera tanta expectativa. El 20 de noviembre no se trata únicamente de escuchar canciones, sino de habitar un ritual compartido, un espacio donde la música se convierte en refugio frente a la fragmentación del presente.

Las entradas anticipadas estarán disponibles a partir del 1 de septiembre 

Entradas anticipadas: www.linke-arte.com

Calle del espectáculo: Teatro Don Bosco. Ciudad: Bahía Blanca.