Todos Somos Gaza: el estreno en Madrid que convierte el cine en un acto de memoria y resistencia
Hernán Zin presenta en el Cine Capitol un nuevo capítulo de su obra sobre Gaza, acompañado por músicos, artistas y figuras políticas en una noche que une arte, conciencia y testimonio.
TODOS SOMOS GAZA llega a Madrid envuelto en ese tipo de expectación que solo generan las obras destinadas a incomodar, sacudir y permanecer. El jueves 11 de diciembre, el Cine Capitol de Gran Vía abrirá sus puertas para un estreno que no solo convoca a figuras del arte y la política, sino que también reactiva una conversación urgente sobre la memoria, la guerra y las heridas que nunca terminan de cerrarse. Como un relato que podría haber sido imaginado por Borges, donde el tiempo se dobla y pasado y presente conversan en un mismo espejo, esta película de Hernán Zin vuelve sobre los pasos de Nacido en Gaza más de una década después, no para repetirse, sino para comprender cómo el horror reverbera en quienes lo vivieron siendo niños.
La palabra clave que atraviesa este estreno, TODOS SOMOS GAZA, no funciona aquí como consigna vacía, sino como un punto de encuentro entre arte, activismo y memoria. Zin, cineasta, reportero de guerra y narrador incansable de zonas rotas del mundo, retoma a aquellos niños de la película de 2014 para mostrar cómo la guerra no termina cuando se firma un alto el fuego, ni cuando la cámara se apaga, ni cuando el titular desaparece de la portada. Su mirada vuelve a la frágil frontera entre la supervivencia y la dignidad, donde cada testimonio es una geografía íntima del conflicto.
El evento de estreno en Madrid reunirá a un mosaico poco habitual en un mismo photocal: Hernán Zin, los músicos Marwan, Soma, El Chojin y Ambkor –responsables de la canción original del proyecto–, y representantes de la vida política española como Yolanda Díaz, Sira Rego, Estrella Galán, Enrique Santiago, Alda Recas y Carlos Martín. La lista se expande como una constelación cultural: Carlos Bardem, Cecilia Gessa, Ana Fernández, María Botto, Alba Planas, Ruth Núñez, Álex Gadea, Amparo Sánchez de Amparanoia, Fernando Colomo y un largo etcétera de actores, directores y figuras públicas que han decidido acompañar este relato incómodo y necesario. El cine como ágora. El cine como territorio donde lo privado se hace público.
La presencia de tantos artistas no es casualidad. Música, política, literatura y cine convergen aquí en un gesto que recuerda a los viejos cafés literarios: una reunión para indagar en lo humano. Zin, cuya trayectoria atraviesa más de 80 países y plataformas como Netflix, HBO o National Geographic, ha construido una obra marcada por la pregunta insistente: ¿cómo narrar el dolor sin explotarlo?, ¿cómo dignificar a las víctimas sin borrar su complejidad? Su filmografía, desde Morir para contar hasta Nacido en Siria o La guerra contra las mujeres, ha sido distinguida con premios en Montreal, los Platino, los Forqué y nominaciones a los Emmy, Grammy y Goya.
En TODOS SOMOS GAZA, el director se reencuentra con la Gaza que lleva décadas retratando. Es, en cierto sentido, otro capítulo del diálogo íntimo que su trabajo sostiene con la historia. Como si las imágenes pudieran servir de archivo contra el olvido, Zin vuelve a mirar a esos niños que conoció en 2014, ahora ya adolescentes o adultos jóvenes, y registra cómo la guerra se incrusta en la vida cotidiana hasta hacerse paisaje. No lo hace desde la distancia del extranjero que observa, sino desde la responsabilidad de quien ha compartido sobremesas, huidas, silencios.
Para los seguidores de los artistas, el estreno ofrece también un encuentro singular. Marwan, Soma, El Chojin y Ambkor aportan al proyecto la potencia de una canción que funciona casi como un poema épico moderno, un coro de voces que acompaña el testimonio de los protagonistas. La música se convierte en puente, en denuncia y en abrazo. Y es que TODOS SOMOS GAZA también interpela a la cultura urbana, a los músicos que han convertido la palabra en refugio y resistencia.
La cita para los medios será a las 19:45, con el photocall a las 20:00 en el mítico Cine Capitol. Allí, en esa esquina de Gran Vía donde tantas historias del cine español han tenido su bautismo, se desplegará una noche que ya pertenece al imaginario cultural de la ciudad. No se trata solo de un pase, sino de una especie de rito, un recordatorio de que el cine documental sigue siendo una herramienta de conciencia colectiva.
En un tiempo donde las imágenes duran lo que tarda en pasar un dedo por una pantalla, TODOS SOMOS GAZA busca detener la mirada. Y lo hace, como la buena literatura o como las crónicas de aquellos viejos reporteros que Zin admira, con la convicción de que contar es un acto político. El acto de contar para que exista, para que no se diluya, para que el mundo recuerde que esos niños todavía están ahí, intentando reconstruir una vida entre ruinas.
El estreno en Madrid no es solo una presentación. Es una invitación a preguntarnos qué significa, hoy, decir TODOS SOMOS GAZA. Es asumir que el cine, en manos de quienes lo entienden como un puente y no como un escaparate, todavía puede provocar las preguntas que importan. Y, quizá, eso ya es una forma de resistencia.