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Kinmakirú publica su versión de La Conquistada y adelanta su próximo álbum previsto para 2026
El lanzamiento del cover de la canción de Los Jaivas se realizó un día después del concierto del grupo en el Estadio Nacional y marca el inicio del nuevo proyecto discográfico de la banda chilena.
Publicado en 26/12/2025 14:26 • Actualizado 26/12/2025 14:31
Alquimia Sónica (Fusión/Exp)

Kinmakirú publicó una nueva versión de La Conquistada, canción originalmente compuesta e interpretada por Los Jaivas, en un lanzamiento que se concretó un día después del concierto que la banda histórica ofreció en el Estadio Nacional. El sencillo está disponible en plataformas digitales y constituye el primer adelanto del próximo álbum de larga duración de Kinmakirú, previsto para 2026.

 

La elección de la fecha establece un vínculo temporal directo con el hito reciente de Los Jaivas, grupo fundamental en la música chilena desde la década de 1960. La Conquistada es una de las obras más reconocidas de su repertorio y forma parte del patrimonio musical del país, lo que otorga relevancia al gesto de reinterpretación por parte de Kinmakirú.

 

El lanzamiento se enmarca en el desarrollo de un LP conceptual que tendrá como eje el talismán ANKKI, un símbolo que el colectivo asocia a la unión y a una cosmovisión propia. En ese contexto, la versión de La Conquistada funciona como una introducción al universo narrativo y sonoro que el grupo proyecta para su próximo trabajo discográfico.

 

El integrante Rodrigo Rodrigo explicó que la elección del tema responde a un vínculo personal y colectivo con la canción, presente a lo largo de la trayectoria vital de los miembros de la banda. La reinterpretación se plantea como un homenaje al legado de Los Jaivas y como una forma de diálogo con la memoria musical chilena.

 

Desde el punto de vista musical, la versión de Kinmakirú presenta una estructura progresiva. El comienzo se apoya en guitarra acústica y voz, en referencia a interpretaciones más despojadas realizadas en el pasado por Gato Alquinta. A medida que avanza la pieza, se incorporan nuevos elementos instrumentales como bombo legüero, sintetizadores, percusiones, capas vocales, guitarra eléctrica, piano y batería. La producción también incluye recursos sonoros característicos del grupo, como vocalizaciones guturales y pasajes instrumentales que enfatizan el tránsito entre secciones.

 

El lanzamiento incluye un videoclip registrado en las Dunas de Las Cruces, en la región de Valparaíso. La pieza audiovisual se estructura como una performance que integra música y danza, con la participación de cinco bailarines. Durante el desarrollo del video, uno de los músicos, Osvaldo Rodrigo, se integra a la coreografía, dejando su instrumento para sumarse al cuerpo de danza. La propuesta visual se apoya en una estética desértica y ritual, coherente con la línea conceptual del proyecto.

 

El coreógrafo Lautaro Soto señaló que su aproximación al video se basa en una lectura de la canción asociada a la pérdida y a la búsqueda de humanidad en contextos históricos y sociales complejos, así como a la posibilidad de una reconexión a través de la experiencia emocional.

 

En cuanto a los créditos, la composición, arreglos y producción de la versión fueron realizados por los integrantes de Kinmakirú: Constanza Valenzuela, Osvaldo Rodrigo, Millaray Soto, Maximiliano Moya y Rodrigo Rodrigo. El proceso de grabación se llevó a cabo en distintos estudios, incluyendo Estudio Madero, Backroom, Estudios Fatmaster, Inmontauk y Estudio Carmen. La mezcla estuvo a cargo de Ignacio Puebla y la masterización fue realizada por Francisca Rojas. El lanzamiento cuenta con el respaldo del sello Red Poncho.

 

Con este estreno, Kinmakirú suma una nueva producción a su catálogo, al tiempo que establece un vínculo explícito con una de las obras más representativas de la música popular chilena, en un contexto marcado por la reciente presentación masiva de Los Jaivas en uno de los escenarios más emblemáticos del país.

 

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