Japiwor publicó el álbum Por amor al arte, un trabajo discográfico compuesto por 17 grabaciones realizadas a lo largo de un período de veinte años. Según la información difundida, las canciones fueron registradas entre 1997 y 2017 en distintos estudios de Ciudad Real, con la participación de músicos pertenecientes a diferentes etapas del proyecto, además de colaboraciones externas.
El álbum no responde a un proceso de producción concentrado en un momento específico, sino a una recopilación de sesiones desarrolladas de manera fragmentada en el tiempo. Este carácter discontinuo se refleja tanto en la diversidad de formaciones involucradas como en los distintos enfoques sonoros presentes a lo largo del disco. Por amor al arte reúne composiciones que atraviesan varios estados de ánimo y estilos, vinculados principalmente a un rock de baja intensidad con influencias del pop y el rock alternativo de los años noventa, así como elementos asociados al indie, el grunge, el power-pop y la experimentación.
Dentro del repertorio, la canción El rito del aullido fue señalada como uno de los temas centrales del álbum. Se trata de una composición que destaca por su mayor intensidad respecto al resto del material y que condensa una faceta más directa y visceral del proyecto. La letra utiliza un lenguaje poético y surrealista, articulado a partir de imágenes de personajes expuestos al riesgo y a situaciones límite, como bandoleros, alpinistas, trogloditas y jugadores. Estos elementos convergen en un estribillo que se repite como eje conceptual de la canción.
Desde el punto de vista musical, El rito del aullido se apoya en guitarras con un sonido áspero, atmósferas densas y una estructura sostenida por una tensión constante. El tema establece un vínculo entre sonoridades asociadas al rock alternativo de finales del siglo XX y una expresividad emocional más cruda, que se mantiene vigente en el contexto actual.
La publicación de Por amor al arte se produce en un momento de renovado interés por el rock alternativo, y el álbum se presenta como un registro que documenta un proceso creativo prolongado en el tiempo. Más que un lanzamiento concebido bajo criterios de inmediatez, el disco funciona como un archivo sonoro de distintas etapas de Japiwor, reflejando cambios de formación, de contexto y de enfoque artístico a lo largo de dos décadas.