La bohemia que respira en las calles del Abasto, la misma que alguna vez cobijó a poetas malditos, músicos errantes y noctámbulos empedernidos, vuelve a sonar con fuerza en la lírica de La Condena de Caín. La banda, con dos décadas de historia y un trayecto forjado en la ruta y la resistencia del under nacional, se presenta el viernes 11 de abril a las 20:30 horas en El Padilla (Av. Meeks 1058, Temperley), con entradas a la venta a través de Passline.
El reencuentro con el público del sur se da en un contexto de madurez artística y un pulso musical que se nutre de las geografías propias y ajenas. La Condena de Caín —nacida del cruce de raíces entre Puerto Madryn y la Ciudad de Buenos Aires— se permite explorar el costado más narrativo de su repertorio, con canciones que son crónicas urbanas atravesadas por la sensibilidad de sus integrantes.
El cierre de su año aniversario los encontró lanzando Tanguito, una composición que respira el aire denso y romántico del barrio de Almagro, ese rincón de Buenos Aires donde la noche se vuelve materia prima y la memoria de arrabal sigue latiendo entre paredes gastadas. En esta pieza, contaron con la participación de Piti Fernández, la voz emblemática de Las Pastillas del Abuelo, en un cruce generacional que reafirma la vigencia de las canciones que narran lo que somos y lo que fuimos.
La instrumentación clásica —voz, guitarras eléctricas, bajo, batería y teclados— sostiene una poética que no teme dialogar con el tango ni con la crudeza del rock nacional, mientras la lírica abreva en historias de barrios y personajes que resisten al olvido. No es casualidad que el tema evoque al propio Tanguito, símbolo trágico de la bohemia y el arte en estado puro.
Con cinco discos en su haber y una historia compartida junto a bandas como La Renga, Las Pelotas, El Bordo y el mítico El Tri de México, La Condena de Caín vuelve a la trinchera con la misma convicción de siempre: la música como refugio y bandera. En sus espaldas también cargan con escenarios míticos y presentaciones en festivales y espacios de memoria como el Ecunhi (ex ESMA) y el Penal de Ezeiza, donde la cultura se convierte en acto de resistencia.
La cita en El Padilla, además, contará con la presencia de Las Berenjenas, otro exponente de la escena local que promete abrir la noche con esa potencia que sólo el conurbano sabe parir.
Para quienes siguen nuestra agenda cultural de espectáculos y buscan reencontrarse con sus artistas favoritos, el show del 11 de abril en Temperley es una de esas fechas imperdibles, donde el rock y la poesía vuelven a abrazarse en un escenario.
Calle del espectáculo: Av. Meeks 1058
Ciudad: Temperley
Entradas anticipadas: A la venta por sistema Passline