Cualquier Cosa Combina: Altillo y Bewis de la Rosa reinventan el caos con humor y arte
Desde Galicia hasta Getafe, el nuevo videoclip de Altillo junto a Bewis de la Rosa celebra la mezcla, la contradicción y la belleza de lo imperfecto. Una oda a la improvisación y a la libertad creativa en tiempos de prisa.
Ariana Calahorro y David Monsalve, entre colores combina el clima del videoclip oscila entre la ironía y la ternura, entre la poesía y el juego: un retrato luminoso de quienes hacen arte con lo que tienen a mano.
En un tiempo donde todo parece una feria de estímulos y el arte se fabrica con la urgencia de un clic, Altillo y Bewis de la Rosa lanzan una obra que se atreve a reírse de todo eso. “Cualquier Cosa Combina” no es solo un videoclip, es una declaración estética y vital. Un retrato de nuestra época, tan saturada como brillante, donde el exceso convive con la necesidad, y la creatividad sobrevive a base de ingenio.
La pieza se presenta como un manifiesto contra la uniformidad y, a la vez, como un homenaje a quienes saben improvisar con lo que hay. Es una oda a las identidades que no se quedan quietas, a quienes se contradicen con elegancia y humor. Porque cuando el mundo se vuelve demasiado rígido, solo queda recordar lo obvio: cualquier cosa combina.
El rodaje comenzó en Galicia, en Ponteareas, cerca de Pontevedra. Allí, entre el aire salado del norte y los días largos del verano, Altillo y su equipo filmaron en la casa de unes amigues. El viejo Audi A4 del 99, cargado de objetos improbables —entre ellos una cabeza gigante de Buda, regalo del padre de David— se convirtió en el transporte oficial de una aventura artística tan caótica como inspiradora.
El viaje continuó en el polígono San Marcos de Getafe y en casa de los abuelos de Ari. Lo que empezó como una idea terminó creciendo por sí sola, como si la canción tuviera voluntad propia. Hubo días de cansancio, de risas absurdas y de rodajes imposibles, pero también momentos de lucidez: esa certeza de que el humor no solo alivia, sino que también construye.
“Cualquier Cosa Combina” habla precisamente de eso: de cómo resistir desde la risa. De cómo encontrar belleza en el desorden. Altillo convierte la ironía en herramienta y el juego en método. En tiempos donde todo se analiza, se mide y se etiqueta, esta obra propone algo distinto: un espacio de libertad donde los límites se disuelven y la mezcla es un acto de amor.
Musicalmente, el proyecto respira con naturalidad. Altillo y Bewis de la Rosa firman una letra que dialoga con el pulso del bajo eléctrico de Manuel Pino, el cajón y la batería de Jorge Vallejo. La producción de David Monsalve y la mezcla de Gonzalo Lasheras, desde el estudio Artes Búho, otorgan a la canción una textura cálida, casi táctil. Cada sonido parece contener una historia, como si los instrumentos también recordaran de dónde vienen.
Pero el verdadero corazón de “Cualquier Cosa Combina” está en su filosofía. En una época que nos exige coherencia a toda costa, Altillo propone lo contrario: abrazar la contradicción, hacer arte con lo que se tiene, construir belleza con los restos. Es un canto a lo que no encaja, a lo que se reusa, a lo que se atreve a ser diferente.
En ese sentido, el videoclip no busca solo narrar una historia, sino construir un espejo: uno donde nos vemos reflejados con nuestras contradicciones, nuestras risas y nuestras mezclas imposibles. Altillo no moraliza, observa. No dicta, propone. Y lo hace con la lucidez de quien sabe que toda identidad es, al final, un collage.
Quizá ahí resida la fuerza de esta obra: en recordarnos que lo imperfecto también puede ser poderoso. Que la creación no siempre necesita un plan, sino una intención. Que en el caos hay belleza, y en la mezcla, sentido. En definitiva, que en este mundo de cambios rápidos y certezas frágiles, cualquier cosa combina.